Bajo el nombre “Maestras”, el museo Thyssen-Bornemisza saca a la luz una serie de obras de mujeres pintoras de la historia. Durante su época, muy pocas consiguieron exponer en galerías o museos. La mayoría quedaron eclipsadas tras la sombra de su marido, se les arrebató la firma o tuvieron que usar seudónimos masculinos para poder vender o enseñar sus obras.
La exposición temporal
En pleno siglo XXI, la institución Thyssen-Bornemisza intenta luchar contra el patriarcado y mostrar al mundo estas obras que son historia del arte, pero de las que apenas conocemos nada. Desde el 31 de octubre hasta el 4 de febrero y con el patrocinio de Carolina Herrera, se podrá disfrutar de la exposición “Maestras”.
En la muestra podremos encontrar artistas como Mary Cassatt, Berthe Morisot, Artemisia Gentileschi, Maruja Mallo, Angelica Kauffman o María Blanchard. Todas ellas se reúnen por primera vez en una exposición que les permite reivindicar lo que es suyo, un legado que les ha sido robado.
Las obras tratan todos los temas, sin dejarse ninguno de los ámbitos feministas. Recorreremos algunas temáticas comunes en periodos en los que las artistas coincidieron. Se presentan ocho secciones a través de las cuales seguir la narrativa: los trabajos y cuidados, las nuevas maternidades, la pasión botánica, las complicidades, las ilustres y académicas, el orientalismo y el costumbrismo, y la sororidad, representada por obras en las que las artistas manifiestan el apoyo entre ellas.
Un Museo feminista
Esta iniciativa del Thysen es necesaria para que tomemos conciencia del papel de la mujer en el ámbito creativo. Una manera más de demostrar que las mujeres están ahí y siempre lo estuvieron, aunque se las haya intentado silenciar. La pinacoteca expone casi un centenar de piezas entre pinturas, esculturas, obras sobre papel y textiles. Solo tres de las obras expuestas pertenecían al catálogo del Thyssen. Según indicó la también presidenta de la asociación Mujeres en las Artes Visuales (MAV), los museos que poseen en su colección obras realizadas por artistas femeninas llevan tiempo sacándolas de sus depósitos: “Ahora las tienen como joyas, tesoros. No quieren desprenderse de ellas. Ha sido un proceso arduo desde que el proyecto se aprobó hace ya tres años”. Esta exposición, comisariada por Rocío de la Villa desde una perspectiva feminista, presenta un recorrido desde finales del siglo XVI a las primeras décadas del siglo XX. Como Rocío de la Villa explicó durante la presentación, en esta muestra se está “poniendo en positivo la otra mitad de la historia del arte”.
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La exposición es la primera gran muestra enmarcada en el proceso de redefinición feminista que el Museo Thyssen está realizando en los últimos años, y cuenta con la colaboración de la Comunidad de Madrid y el patrocinio de Carolina Herrera. Tras su presentación en Madrid, una versión reducida de la muestra podrá verse en el Arp Museum Bahnhof Rolandseck de Remagen (Alemania).
